El servicio de transporte en mototaxis constituye, en la ciudad de Cajamarca, una gran problemática social. El incremento desmesurado de estos vehículos ha generado desorden, inseguridad, congestión y caos vehicular, pero a la vez es sustento de muchas familias. Dado eldilema del caso, resulta imprescindible elaborar propuestas y concertar posturas. 

Existen diversos factores que han ocasionado el incremento de este transporte público: El desempleo juvenil, el crecimiento urbano, la migración de las zonas rurales a la ciudad, por ejemplo. El mototaxismo ha aumentado sin freno alguno, ya que las autoridades no lo han controlado y más bien han permitido que sus unidades sigan desplazándose por la ciudad, especialmente por el centro histórico de Cajamarca. Les han otorgadoa sus choferes las licencias para hacerlo, sin exigirles la respectiva capacitación, a pesar de que se trata de personas jóvenes, enedad escolar o con estudios recién terminados.

Desde el 2013, la municipalidad provincial no está haciendo entrega de la Tarjeta Única de Circulación (TUC) para este tipo de transporte y, por este motivo,existe un alto grado de informalidad. Urge, pues, que nuestras autoridades -y no sólo la municipalidad, sino tambiénla Policía- emprendan acciones para restaurar el orden y la seguridad en nuestra ciudad, y pongan en marcha mecanismos para la organización, el control y la fiscalización en el sistema de transporte. Igualmente, les corresponde velar porla constitución formal de las empresas transportistas y ofrecer, a estos conductores, capacitación idónea y adecuada en normas de tránsito y seguridad vial.

Esta actividad (mototaxismo) es un complemento del transporte público, ya que la demanda de la población exige su funcionamiento, a pesar de que se sabe que las unidades son propensas a protagonizar accidentes de tránsito, robos y asaltos, y que suelen ser conducidas por menores de edad, carentes de licencia para conducir y/o TUC. Y es que estas unidades pueden circular por donde no existe otro servicio público más inmediato.

Existe un sector de nuestra sociedad (se creó una página enfacebook “No más mototaxis en Cajamarca”) que critica la circulación de estas unidades en la ciudad de Cajamarca. Las acusan de ser lo peor de nuestra sociedad, por los actos de sus choferes. De hecho, la grancantidad de mototaxistas provoca una competencia entre ellos mismos que les lleva a mostrar conductas temerarias, como conducir a excesiva velocidad, circular por vías no autorizadas, transportar carga que sobrepasa su capacidad, hacer funcionar sus equipos de sonido a muy alto volumen, etc.

Sin embargo, eliminarlos o desaparecerlos, como algunos exigen, no es la solución. El mototaxismo está orientado a satisfacer las demandas de movilidad de un gran porcentaje de personas, en espacios urbanos y áreas periféricas de la ciudad. Además, como ya lo hemos anotado línea arriba, un gran porcentaje de nuestra población tiene un mototaxi como herramienta principal para la generación de sus ingresos y como medio para aportar a su economía familiar.

Según Victor Herrera, representante de la Asociación de Mototaxistas, existen aproximadamente seis mil mototaxis, de los cuales no se sabe cuántos son informales. Desde su punto de vista, no es posible que las unidades dejen de circular por el jirón Junín, a una cuadra de la Plaza de Armas, porque no existen rutas.

Esta apreciación resulta cuestionable, pues la cantidad de mototaxisno puede ser la que determine el flujo de los mismos en el centro histórico de Cajamarca. El crecimiento urbano es notable y se tiene que regular la circulación de estas unidades, para evitar el desorden y el caos vehicular. De hecho, existe un nuevo plan de ordenamiento del transporte que contempla el retiro de los cuestionados vehículos del jirón Junín, en el tramo que corresponde al centro histórico. Se conoce también que las nuevas rutas que se establecerían para evitar el ingreso de estas unidades al centro de Cajamarca, no les serían convenientes a los mototaxistas.

Tema aparte es el costo de los pasajes en estas unidades, que es el más caro del norte del país. Si el traslado es de cuatro o cinco cuadras, se paga dos Nuevos Soles, pero si alguien quiere trasladarse 15 ó 18 cuadras, el chofer pone una tarifa mayor. Es necesario, pues, que se regule también el costo de este servicio, según la distancia y no en función al criterio de cada conductor.

Si queremos una ciudad ordenada y segura, son necesarias la concertación, organización, planificación y la toma de decisiones con las autoridades y los operadores de este servicio.